lunes, 30 de junio de 2008

De Abelaki a Trizónia

Trizonia, 30 junio 2008
Estamos fondeados en la islita de Trizonia, en la zona norte del golfo de Corinto, un pueblito colorido y luminoso de gente sonriente, una bahía protegida, aguas transparentes, paisaje de oliveras, las montañas del continente cerrando el panorama por el norte... un lugar para quedarse.
No sería la primera vez que nos instalamos en un lugar en el camino, nos ha pasado siempre, nos gusta saborear sin prisas los sitios donde nos sentimos bien y tenemos tendencia a cambiar el rumbo.
Os cuento un poco nuestra ruta de las últimas semanas.
De Lefkada volvimos a Abelaki, había muchos más barcos pero conseguimos encontrar un buen rincón para el Mascarell y el Fresqui y el reláx estuvo asegurado. Decidimos poner rumbo a Corinto siguiendo la costa continental así que fueron quedando por la popa las islas Iónicas y los recuerdos de las navegaciones del año pasado.
Después de una pequeña escala de una noche en Ormos Marathia, donde celebramos la verbena de San Joan con mucho silencio, muchas estrellas y muchas risas, partimos hacia Messalonghi, un puerto entre marismas en la costa norte del Golfo de Patras, al que llegamos navegando placidamente con viento de popa y que despertó sensaciones guardadas de otros ríos, era como estar de nuevo en Brasil.
A Patras llegamos navegando con un buen viento de levante, que no nos permitió fondear en Kioneri y que nos llevó volando de ceñida.
En Patras, aprovechamos para comprar un nuevo toldo y para aprovisionar el barco en un buen súper. Disfrutamos también de las ventajas de estar en una marina con agua y electricidad, y de los inconvenientes de un puerto de ciudad… calooooooor, ruido. El partido de la eurocopa de España-Rusia nos alegró la primera noche (y os aseguro que no somos futboleros) y el laaaaaargo paseo hasta “el Castro”, la segunda noche después de cenar, fue muy agradable pese al calor y a las escaleras (creo que Feli contó ¡197 escalones!).
El día 28 salimos hacia aquí con viento de levante menos rabioso. La navegada fue genial, pese a tener el viento de proa había poca mar y pasar bajo el puente que une el continente con el Peloponeo es impresionante. Como fuimos dando bordos nos fijamos en toooodos los detalles de la costa a los dos lados del Golfo de Corinto. Al llegar aqui repicaban las campanas de la iglesia, pero no era por nuestra llegada...se estaba celebrando una boda griega...me acordé de mi amiga Joana y de su hija Beatriz, que se casa con Giorgos en agosto en la isla de Creta.
Y aquí estoy, a punto de conectarme a internet desde el barco. Todo un lujo, en una islita tan pequeña, que tengo que agradecerle a un alemán instalado aquí en su barco y que tiene montada una wifi en el restaurante Poseidón.
Y para los futboleros felicidades por el triunfo de “La Roja” ¡Campeones, campeones, oe, oe, oe!
Aqui teneis el enlace a un nuevo album de fotos, sola hace falta "pinchar sobre la imagen.
Besos mil





De Abelaki a Trizónia

4 comentarios:

Lourdes Domenech dijo...

Me encanta oirte hablar. Bajo la sombra de ese sombrero adivino la paz de tu viaje.

En tierra, te recuerdo. Y hoy más, porque he compartido tertulia con un poeta que es de tu pueblo. No sé si lo conocerás, se llama José Corredor-Matheos. Es de Alcázar de San Juan, aunque lleva mucho tiempo residiendo en Barcelona.

Hoy como te decía has estado presente en la lectura de sus poemas.

Un besazo

Unknown dijo...

Ens sembla un deja-vu (de fet ho es) pero amb aquesta calor i seguint treballant dona una mica de mal rotllo.
Aprofiteu-ho a "tope"!!!!!!!!
Petons

Pia dijo...

A mí ese sombrero me trae recuerdos de otras épocas en que navegábamos juntas. Acabo de disfrutar de vuestro viaje a través de las fotos maravillosas y se ruega desde este lugar remoto del mundo que no dejéis de enviar más, ya que me llenan el alma y me hacen soñar. Me alegra ver la paz y calma lleno de entusiasmo de vuestro viaje.
Os quiero y os animo a seguir disfrutando de la vida como sabéis hacerlo. Besos.

Àngels dijo...

Como me gusta saber que estáis aqui mismo y que mis vivencias os llegan tan a dentro. Es un placer compartirlas mis sensaciones con vosotras.